Para rebajar la intensidad del pavimento y del revestimiento cerámico que debíamos mantener, así como del techo, optamos por un tono casi blanco para el resto de las paredes, intercalándolo con paneles de chapa de madera natural de tonos muy neutros. En el mobiliario, la misma chapa de madera se ha combinado con piezas lacadas en un color neutro.