INTERIORISMO

El arte en el interiorismo

El arte en el interiorismo es mucho más que una cuestión estética, es una práctica que transforma las estancias de las viviendas en espacios personales y emocionales. A través de este enfoque, los interioristas, junto a sus clientes, pueden crear ambientes que reflejen su gusto personal, evoquen recuerdos, transmitan personalidad. El arte puede ser una herramienta poderosa para el interiorismo aportando un extra totalmente personalizado al diseño inicial convirtiendo las viviendas en hogares.

El papel del arte en el interiorismo

Las diversas formas de arte, como pinturas, esculturas y fotografías, tienen el poder de convertirse en el alma de un espacio. La cuidada selección de una obra de arte introduce paletas de colores y texturas que complementan o enfatizan el interiorismo de la estancia y nos permiten diseñar espacios que puedan calmar o energizar. Una pieza de arte bien iluminada puede ser el punto focal, el protagonista, de la habitación en la que se encuentre. Pero más allá de sus atributos estéticos, el arte en el interiorismo juega roles cruciales en la creación de un ambiente que refleje la personalidad y los valores de sus habitantes. La unión del arte y el espacio enriquece el interiorismo a la vez que crea estancias únicas.

Interioristas y arte

El proceso de selección de obras de arte por parte de un interiorista para completar la decoración de una estancia es una mezcla de creatividad y diseño. La elección de las obras tiene que completar la estética general a la vez que añade profundidad y personalidad a la sala donde se encuentra. El interiorista a de definir el propósito de la pieza, elegir entre que sea el centro de atención o un elemento que aporte equilibrio al conjunto. Es importante definir el tamaño del cuadro o la escultura, el lugar donde va ubicado, la iluminación que le acompañará y la personalidad que le aporta a la estancia reflejando a sus habitantes. La elección de las piezas de arte, del cliente junto al interiorista, nos asegura que cada una de ellas sea apreciada en su máximo esplendor transformando el espacio en una estancia única.

Colores y texturas

Las obras de arte que entrelazan colores con texturas ofrecen una experiencia para la vista y el tacto invitando al espectador a una experiencia emocional y contemplativa. La elección de los colores, los contrastes inesperados y las diversas texturas se unen para crear una obra única e irrepetible. Con el uso de diferentes materiales logran superficies que invitan a tocarlas, aunque solo sea con la mirada. La interacción de la luz crea un efecto dinámico que cambia según la posición en la que observemos el cuadro, teniendo varias obras de arte en una misma. Obtener una de estas obras de arte para enfatizar el interiorismo de nuestro hogar es descubrir la belleza de la unión del color y las texturas.

Cuidada iluminación

La elección de la iluminación para esculturas y cuadros es esencial tanto para la estética de la pieza como para la atmósfera que queremos crear en la estancia. La iluminación adecuada nos asegura percibir cada detalle, textura o color acentuando el impacto de la obra en nuestras retinas. A la hora de iluminar un cuadro debemos asegurarnos que preservará la fidelidad de los colores y destacará los trazos del pincel así como la técnica del artista. En el caso de las esculturas podemos jugar con la iluminación creando sombras y formas aportando profundidad. A la hora de elegir la iluminación el interiorista a de tener en cuenta varios factores como la dirección de la luz, la intensidad, la temperatura y el ángulo de abertura para capturar la esencia de las obras de arte.

La escultura de Ideas

Las esculturas de barro de pared unen la tradición de la cerámica con el dinamismo del arte escultórico son tendencia en interiorismo y decoración. Modeladas a mano y realizadas en barro cocido con pigmentos, estas esculturas están hechas con materiales de primera calidad y personalizadas exclusivamente para cada proyecto. La inclusión de un asa en la parte trasera facilita su colocación, asegurando que la escultura no solo sea una pieza estética sino también funcional. La tradición de regalar una escultura no es un mero acto de cortesía, es una afirmación de confianza, un sello de garantía y un vinculo emocional que se forja entre el equipo de Ideas Interiorismo y sus clientes. Es el homenaje al camino que hemos recorrido juntos. Cada escultura es un pedazo de arte, una pieza de historia y un símbolo del compromiso inquebrantable de Ideas Interiorismo con la excelencia y la individualidad. Es un legado que habla de una empresa que no solo crea espacios sino que también crea relaciones duraderas.

En un mundo donde los espacios tienden a seguir tendencias pasajeras, el arte ofrece la oportunidad de aportar carácter a nuestro hogar. Una pieza de arte, bien seleccionada junto a nuestro interiorista, puede transformar un espacio común en algo extraordinario, diferente a cualquier otro.

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