Zona Living

INTERIORISMO

Proyecto de interiorismo para la zona de día de una vivienda donde la premisa principal era mantener la fluidez visual y de paso por las estancias teniendo la opción de cerrar la zona del salón y el comedor si así se deseara.

Para conseguir una cocina office y poder convertirla en una cocina tradicional cuando lo deseemos se ha utilizado como elemento una puerta corredera compuesta de un fijo con una puerta a cada lado. De esta forma tenemos varias opciones según las necesidades del momento, podemos cerrarla completamente, mantener abierta la zona de trabajo de la cocina o mantener la zona de la barra abierta. Los acabados elegidos para este elemento separador han sido el hierro en negro y el cristal gris, separando físicamente las estancias pero no visualmente, que nos aportan elegancia al diseño.

Para el mobiliario de la cocina se han utilizado varios acabados. Los muebles de la bancada de trabajo son blancos al igual que la encimera, logrando sensación de higiene y facilitando la limpieza. En la isla se ha creado otro volumen visual en madera, tanto el mobiliario como la encimera, en el que se encuentra la barra de cocina para desayunos con dos taburetes y zona de almacenaje. Por último, los muebles de la zona living y las columnas de la cocina se han lacado en una tonalidad gris que combina con el cristal de la puerta separadora. La mesa y las sillas se han elegido en blanco y los taburetes en gris, compaginando los diferentes colores del mobiliario.

Se ha elegido un único pavimento para toda la vivienda, un laminado en color roble que es el protagonista de toda la casa así como el hilo conductor entre todas las habitaciones. Para la pintura de las paredes y el techo se ha utilizado el mismo color para no diferenciarlos, es un tono blanco con un matiz gris muy suave consiguiendo un lienzo perfecto para el resto de la decoración.

Tanto en el salón como en el comedor se han utilizado los mismos acabados que en la cocina para que el interiorismo sea coherente. En el mobiliario se ha combinado el mismo tono de la madera y los lacados utilizados en la cocina. La frescura del diseño la aportan la vegetación y pequeños elementos decorativos en colores llamativos como los cojines, los maceteros o el sillón de lectura. Para las lámparas se ha elegido el color negro al igual que para otros elementos como los cuadros o los marcos.

Se ha planteado la entrada a la vivienda de forma que desde que accedemos a ella podamos identificar el diseño y el interiorismo que nos vamos a encontrar con elementos diferenciadores. Nos da la bienvenida el aplique arquitectónico y decorativo de la pared en color negro junto con el mueble en los tonos utilizados en todo el mobiliario y al detalle de los maceteros en color verde con las plantas.

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