En el dormitorio juvenil de Irene y Natalia se ha intentado, y creemos que conseguido, dotar a cada una de su espacio estando en la misma habitación. Natalia tiene su cama arriba e Irene en la parte de abajo, las luces de los cabezales son independientes para que una pueda leer y la otra dormir sin que le moleste la luz. Un amplio escritorio les permite a las dos estudiar a la vez o por separado, ellas deciden. A la cama de arriba se accede mediante una escalera tapizada en el mismo tejido de la alfombra, consiguiendo homogeneizar colores y que Natalia pueda subir descalza a su cama.